El intendente Oscar Alejandro Baras, se reunió este lunes con el gobernador Carlos Verna, acompañado del concejal Luciano Galcerán. Avanzaron en la solución de necesidades que presenta el pueblo, y el jefe comunal calificó el encuentro como “muy positivo". "En un año y medio de gestión tuve el honor de ser recibido dos veces y eso no es poco, sobre todo cuando uno recibe el aliento y las soluciones que viene a buscar”, señaló Baras.
El mandatario provincial se comprometió a poner en marcha los trámites necesarios para avanzar definitivamente en las refacciones edilicias en la municipalidad local. “Se había licitado dos veces pero se cayó porque los papeles no estaban al día”, explicó el intendente. El problema era que los terrenos en donde se asienta el edificio aparecían a nombre de otra familia. “Ahora regularizamos eso y ya habló con el personal para que se comience”, completó.
Baras también cumplimentó con las exigencias administrativas de donar al IPAV las tierras para que se construyan nuevas viviendas, un primer paso en dirección a una solución que igual no aparece como inmediata porque la prestataria de gas Camuzzi sigue negándose a ampliar las conexiones de gas natural en la provincia. “Esperaremos que se destrabe eso para avanzar”, indicó Baras.
Otro de los temas tratados en la reunión fue el alteo que se lleva adelante en la Ruta 4 –entre Caleufú y Arata- luego de las inundaciones que cortaron la comunicación entre esos pueblos. “Nos complicó mucho, estuvimos aislados más de una semana. Se trata de un trabajo de una magnitud importante, con más de 1500 metros de los cuales la mitad ya está hecho y va a quedar bien”, remarcó.
Al igual que en varios puntos de la provincia, el agua hizo mella en el caso urbano del pueblo, ya que para protegerlo se hicieron obras en su interior. “Ibamos a empezar a taparlos pero hablamos con Obras Públicas y nos aconsejaron que no lo hiciéramos porque se esperan bastantes lluvias para junio y julio”, afirmó el intendente.
Finalmente, Baras valoró la respuesta que recibió del gobernador porque “demuestra que se preocupa por los pueblos” y se ilusionó con un Caleufú que recobre el esplendor de años pasados, cuando llegó a tener 11.000 habitantes.
“El ferrocarril le dio vida y lo mató cuando se fue, pero Caleufú es un pueblo atrapante, como siempre digo. Siempre llega alguna familia y la gente no se va, sino que al contrario llaman a familiares. En los últimos años pasamos los 3.000 habitantes y se hicieron obras que acompañaron ese crecimiento, como las 150 cuadras de asfalto”, destacó.